sábado, 9 de noviembre de 2013

Nigeria campeón Sub 17

Nigeria se consagró campeón de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA por cuarta vez en su historia al vencer por 3-0 al defensor del título, México, en una vibrante final disputada en Abu Dabi. Los africanos, que desplegaron un fútbol vistoso, exquisito y contundente, exhibieron marcada superioridad sobre los aztecas, a quienes habían derrotado también en el estreno de ambos en Emiratos Arabes Unidos 2013.

El primer tiempo fue una exhibición de toques, pases y buen fútbol por parte de los nigerianos, que maniataron a los mexicanos con la fórmula de la velocidad y la distinción. Dele Alampasu, arquero africano, respondió de maravillas cuando lo exigieron y Nigeria pudo abrir el marcador en una jugada rápida en la que Taiwo Awoniyi habilitó a Yahaya quien quedó frente al golero Raúl Gudiño, pero su compañero Erick Aguirre quiso rechazar y la mandó al fondo de la red en propia meta.

Awoniyi, Kelechi Iheanacho y Yahaya, entre otros, siguieron creando situaciones para los de Manu Garba pero los goles restantes llegarían en la segunda parte. A los 56 minutos, el capitán Musa Mohammed sacó un fuerte remate de afuera de la zona defensiva mexicana, el arquero Gudiño rechazó para el medio y se la dejó servida a Ihenacho, quien definió sin oposición.

El final, fue a pura orquesta, con Nigeria dominando y cercando a los aztecas. La fiesta fue completa con la anotación de Mohammed, emblema de este equipo, quien clavó el tercero en un exquisito tiro libre que se elevó por encima de la barrera e ingresó cerca del ángulo izquierdo de Gudiño. Delirio, alegría y merecido título para un equipo que en todo momento se dedicó a jugar bien al fútbol.
 Más premios
Además del trofeo de campeón, Nigeria se llevó tres galardones más. El número 10, Kelechi Iheanacho, se adjudicó el Balón de Oro como mejor jugador del Mundial y la Bota de Plata, como segundo goleador con 6 goles, detrás del sueco Valmir Berisha, que hizo 7.

Guante de Oro adidas al mejor arquero fue para Dele Alampasu. Con su 1,95 m, representó un baluarte bajo los tres palos. Sus cualidades se hicieron patentes en la final, donde estuvo impecable en los diversos balones que los mexicanos llevaron a su área. Gracias a su envergadura y con agilidad, interceptó centros, y también realizó grandes paradas cuando la situación lo exigía.

Por último el Trofeo Fair Play de la FIFA también fuer para los campeones, que han sido recompensados por su espíritu dentro del campo, con un fútbol alegre y contagioso. Sus celebraciones, alzando los dos índices, causaron tanto entusiasmo que hasta los muchachos suecos les rindieron homenaje al final del partido por el tercer puesto, cuando se dirigieron al público nigeriano predominante en el estadio Mohammad Bin Zayed de Abu Dabi repitiendo ese gesto.

Fuente: Fifa.com

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