[Especial para El Enganche] Siempre que se acerca el Mundial y van concluyendo las Eliminatorias en la distintas latitudes del mundo, se empiezan a mencionar a aquellos grandes jugadores que nunca lo pudieron jugar y/o los que se perderán la más cercana edición. Allí encontramos nombres de la talla de George Best (Irlanda del Norte), Alfredo Di Stéfano (Argentina/España), Eric Cantoná (Francia) o Ryan Giggs (Gales). Si nos trasladamos a África, quizás el caso más emblemático sea el de George Weah, que no pudo llevar a su Liberia a una Copa del Mundo, como sí lo hicieron Emmanuel Adebayor con Togo o Fabrice Akwa con Angola. Otros grandes del continente que nunca jugaron un Mundial son Frederic Kanouté y Salif Keita (Malí), Abedi Pelé (Ghana), Kalusha (Zambia) y Bruce Grobelaar (Zimbabwe), entre otros.
En el cierre de las Eliminatorias Africanas, un emblema del fútbol africano de la última década se quedó afuera. Se trata del egipcio Mohamed Aboutrika, uno de los jugadores más queridos, admirado y respetado de los Faraones y del Al Ahly. El exquisito volante nacido un 7 de noviembre de 1978 en Giza fue campeón hace pocos días de la Champions continental al vencer al Orlando Pirates sudafricano, con dos goles en la serie que se adjudicaron los Diablos Rojos por 3-1. Presente en cinco de los ocho títulos de su club en este torneo, las cosas en la selección de Egipto no le han ido del mismo modo. Por lo menos si de Mundiales hablamos.
Fue partícipe de los títulos en las Cópas África 2006 y 2008, pero el seleccionado egipcio parece tener una maldición en su búsqueda de volver a un Mundial luego de la participación en Italia 1990. Aboutrika intervino, según datos oficiales de la FIFA, en 24 partidos de Eliminatorias desde 2004 a esta parte. A pesar de 15 triunfos, tres empates y 6 derrotas ni Alemania 2006 ni Sudáfrica 2010 pudieron disfrutar de su presencia y su calidad. Y Brasil 2014 no será la excepción. El elenco dirigido por el estadounidense Bob Bradley cayó estrepitosamente en su visita a Ghana por 6-1 y en la vuelta disputada en El Cairo el 2-1 no le alcanzó para estar en suelo sudamericano.
El Air Defence Stadium podría haber la sede del último partido de Aboutrika no sólo con la selección sino también de su historia como futbolista. Tras la goleada en Kumasi, Mohamed anunció su retiro para fin de año y el domingo comenzó a despedirse en el triunfo ante el Orlando Pirates. Pero nadie quiere que se vaya. A pesar de sus 35 años, muchos creen que está pasando uno de los mejores momentos de su carrera. “Haré todo lo que esté a mi alcance para tratar de convencerlo para que no se retire y juegue el Mundial de Clubes en Marruecos. Él todavía tiene mucho que ofrecer”, dijo el entrenador del Al Ahly, Mohamed Youssef, después de la victoria sobre Orlando Pirates. “Lo sustituí en los últimos minutos para darle la oportunidad de saludar a sus fans, ya que tal vez sea la última vez que juegue ante su gente si es que insiste en su decisión de retirarse”, concluyó. Finalmente lo convencieron y estará en el Mundial de Clubes de Marruecos que se disputará en diciembre.
Al mismo tiempo, las redes sociales se han visto inundadas de pedidos y reverencias para el gran Aboutrika. Piden que que no se retire y que siga regalando su fútbol a un pueblo muy necesitado de alegrías. “Él es una de nuestras pocas fuentes de alegría en este país por lo que no se puede retirar”, se pudo leer en el perfil de Facebook de un hincha egicpio. “Si nos resignamos a perderlo, entonces Al Ahly debe retirar el número 22″, expresó otro fan en referencia al característico dorsal del volante.
Sólo un milagro podría haber dado a Egipto el pase a Brasil 2014. Así, un grande del fútbol africano comenzará a despedirse del fútbol sin haber jugado un Mundial. Como Best, como Di Stéfano, como Weah o Giggs, Aboutrika quedará en la historia. No sólo cómo un grande que no pudo estar en la máxima cita del fútbol mundial, sino también como un eximio jugador, de gran calidad y técnica y sobre todo con mucha llegada a la gente y de gran compromiso social.
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